Económicamente vamos a pagar menos intereses mientras menos tiempo tengamos la hipoteca. Es decir, a menos plazo menos intereses pagaremos. Pero, ¿es mejor pedirla al mínimo tiempo posible? Pues... depende. Nos explicamos:
Nosotros somos partidarios de poner el máximo plazo posible, siempre avisando al cliente que tiene que ser disciplinado con los pagos. Lo hacemos así porque en el caso de un pago o necesidad económica imprevista (avería del coche, emergencia, etc.) al tener una cuota más baja tendrás más efectivo para hacerte cargo del imprevisto sin tener que tocar la hucha de los ahorros.
Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor: Tienes capacidad de pagar una cuota de 650 euros mensuales. Esto supone pedir una hipoteca a 20 años. Si la pedimos a 30 años, tu cuota será de 400 euros mensuales (250 euros menos).
La idea es que en lugar de pedir una hipoteca a 20 años para ajustarte a esos 650 euros, la dejamos a 30 años; y los 250 euros restantes los vas guardando de cara a final de año hacer una amortización parcial (sin comisión), liquidando así la hipoteca en 20 años sin haber pagado ni un euro más de intereses. Pero, si surge un imprevisto, no te ahogarás económicamente.
Igualmente, este es un tema a tratar siempre de forma personalizada con cada uno de los clientes, pudiendo así aconsejar que medidas tomar de forma más eficiente.
Si tienes dudas, contacta con nosotros y te ayudaremos en todo lo que podamos.