¿CUÁNDO DEBERÍAS CAMBIAR TU HIPOTECA VARIABLE A HIPOTECA A TIPO FIJO?
En el actual panorama económico, muchas personas se encuentran debatiéndose entre mantener su hipoteca variable o cambiar a una hipoteca a tipo fijo. La decisión no es fácil, ya que depende de varios factores y circunstancias personales.
En este artículo, exploraremos los casos en los que compensa cambiar una hipoteca variable a una hipoteca a tipo fijo, considerando que el Euribor actual está casi al 4%.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que una hipoteca a tipo fijo implica una mayor estabilidad en el pago mensual, ya que se fija un tipo de interés que no varía a lo largo del plazo del préstamo. Por el contrario, una hipoteca variable se mueve al ritmo del Euribor, que puede variar considerablemente a lo largo del tiempo.
Si se tiene una situación económica que no permite hacer frente a aumentos bruscos de la cuota hipotecaria, una hipoteca a tipo fijo puede ser la mejor opción.
Estando el Euribor casi al 4% y pudiendo todavía conseguir hipotecas fijas sobre el 3% y mixtas entre el 1,80 y el 2,55... suele compensar casi siempre el cambio. Sobretodo se nota en hipotecas de capital pendiente superior a 120.000 euros ya que el ahorro en la cuota mensual será mayor cuanto mayor sea la deuda que tienes con el banco.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que una hipoteca a tipo fijo suele tener unos intereses más altos que una hipoteca variable. Por lo tanto, si se tiene una hipoteca variable con un diferencial muy bajo, es posible que no compense cambiar a una hipoteca a tipo fijo. En este caso, es recomendable hacer un cálculo detallado de los intereses que se pagarían con una hipoteca a tipo fijo frente a los intereses que se están pagando actualmente.
En conclusión, cambiar una hipoteca variable a una hipoteca a tipo fijo puede ser beneficioso en situaciones en las que se busca una mayor estabilidad en la cuota mensual o cuando puedes conseguir tipos fijos por debajo del Euribor. Sin embargo, es necesario hacer un cálculo detallado de los intereses que se pagarían en ambos casos para tomar una decisión informada.